Apesar desta e de outras notícias semelhantes, não se esqueça de repetir muitas vezes: «todas as culturas são iguais!»
En Pakistán, donde el adulterio se castiga con la muerte, los hijos nacidos de relaciones ilícitas son asesinados. Y, como la marca del pecado no desaparece jamás, un niño de origen dudoso puede morir lapidado.
Anwar Hazmi, cuenta el caso de un pequeño de 6 días muerto por estrangulamiento y cuyo cuerpo había sido quemado, o el de otro niño, al parecer hijo del pecado, lapidado hasta la muerte frente a una mezquita por orden de un imán que, por el momento, se encuentra en paradero desconocido. News.
Read more at www.minutodigital.comQue un imán perturbado pueda conseguir la adhesión de un grupo de “creyentes” para la consecución de sus desvaríos criminales, como es la lapidación de un niño, es el mejor ejemplo que demuestra que la sociedad musulmana paquistaní está enferma. Pero ¿Quién era ese niño? ¿qué nombre tenía? Nada sabemos de él, porque los medios informativos únicamente muestran su piedad por muy concretas víctimas.
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