El famoso portal fundado por el polémico periodista australiano Julián Assange, Wikileaks, ha hecho públicos una serie de documentos durante los últimos meses acerca de la política seguida por Estados Unidos. Sus revelaciones eran de sobra conocidas para toda persona medianamente informada, pero seguro han sacudido a muchas personas autosatisfechas en su panfilismo e idiotismo cotidiano, debidamente dosificadas y manipuladas por los periodistas ‘progres’ europeos. Sin embargo, el portal de Assange también ha revelado otras obviedades que pueden servir de bálsamo al adormecimiento generalizado: varios países islámicos, como Turquía, se preparan para expandir la yihad o Guerra Santa en toda Europa.
Uno de los medios para lograrlo es mediante la denominada Alianza de Civilizaciones, de la que Erdogan ha sido siempre muy partidario, que se aplique en forma de «tolerancia multicultural». Dicha tolerancia consiste en que sólo se sancionaría a quienes critiquen al Islam, pero no a los musulmanes que critiquen a Europa y Estados Unidos por sus raíces cristianas.
Un nuevo Califato
El caso turco es especial, pues hasta la revolución de Mustafa Kemal Ataturk en 1923, Turquía era el Imperio Otomano, el último califato islámico que planeaba expandir la yihad tal y como dejó escrito el Profeta Mahoma. Incluso, como revela Wikileaks, el partido de Erdogan apela al mitificado Al Andalus español, pero también a la venganza de la Batalla de Turquía que tuvo lugar en 1683 a las puertas de Viena en la segunda ocasión en que fue sitiada por los turcos, y liberada por una fuerza combinada de alemanes, polacos y austríacos.
Read more at www.minutodigital.comPero para ello, un objetivo es fundamental: garantizar el ingreso de Turquía en la Unión Europea. Eso le permitiría al país fundado por Ataturk volver a la senda del califato y convertirse en punta de lanza de la yihad.
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